domingo, 22 de mayo de 2011

CAPÍTULO 1X07: CAPERUCITA ROJA




Dos días después…
Eran las siete en punto de la mañana, Alfonso ya estaba en pie para preparar el desayuno a los niños. Sandra fue la primera en despertarse, seguida minutos más tarde de todos los demás.

Alfonso, se alegró muchísimo al ver que Sandra ya estaba muchísimo más animada y más contenta. Y la niña quiso hablar con él.

– Sabes una cosa, Alfonso?
– A ver, dime cariño mío.
– Mi papa siempre me decía, que tengo que confiar en la gente buena. Y yo se que tu eres de los buenos. Muchísimas gracias por haberme ayudado en estos días.
– Yo estoy muy contento de que por fin lo estés superando. Quiero que seamos buenos amigos, vale?

Sandra, le dio un fuerte abrazo a Alfonso y rápidamente se sentó en la mesa a desayunar con el resto.

Media hora más tarde, todos subieron al coche del leñador, iban a ver su nuevo hogar. Un orfanato abandonado en mitad del bosque, donde precisamente Alfonso encontró a las criaturas.

Sonia y Roberto, seguían retenidos en aquella sala. Gerardo, robó las llaves a su hermana. A continuación cogió un coche y se fue directo a la casa de estos. Gerardo sabía que escondían algo, y que lo que escondían estaba en su casa.

Tras la marcha de Gerardo, los padres de Carlos y Sandra intentaron escapar. Pero no tuvieron éxito, saltaron las alarmas y rápidamente vinieron a cogerlos.
Sonia y Roberto fueron duramente maltratados por intentar escapar y eso les va a traer grabes consecuencias.

Alfonso y los niños llegaron al antiguo orfanato… Los niños ya estuvieron allí, después de haberse escapado de ‘los hombres de negro’, la verdad es que el bosque no les traía muy buenos recuerdos.

El orfanato era inmenso, tenía alguna que otra humedad en las habitaciones, pero estaba bastante bien. Tenía una biblioteca vieja y llena de libros. Una cocina bien grande y bonita. Unas aulas bastante buenas. En general el orfanato estaba en bastante buen estado. Lo que le faltaba era una buena limpieza y algún que otro arreglillo y todo estaría a punto para que el orfanato volviera a reabrir sus puertas muchos años después de su cierre.

Alfonso llevó a los niños a una de las habitaciones más grandes del orfanato, era la habitación que más buen estado tenia. Y en la que conviviran todos los niños a partir de ahora.

El leñador, dejó a los niños en la habitación, y les dijo:
– Chicos, venir aquí un momento.
– ¿Qué quieres Alfonso? – Dijo Carlos.
– Yo me tengo que ir a casa a coger mas muebles para traerlos aquí. Pero antes os voy a contar un cuento, vale?
– Vale, que bien ­– Dijo Sandra más contenta
– Vosotros sabéis el cuento de Caperucita? Caperucita era una niña tan buena como vosotros. La niña, llevaba unos pastelitos a su abuelita… que vivía al otro lado del bosque. Pero la pobre Caperucita Roja, se encontró con el malvado lobo. Y este le dijo la dirección por donde más se tardaba en llegar a casa de su abuelita. El lobo, que fue más listo cogió un atajo para llegar antes. Llamó suavemente a la puerta y la abuelita le abrió pensando que era su nieta Caperucita. El malvado lobo, cogió a la abuelita y se la comió, mas tarde llegó Caperucita, y el lobo también se la comió. Pero allí, había un buen cazador que vio todo y salvó a Caperucita y a su abuelita.
– Que malo que era el lobo – Dijo Nuria con cara de asustada.
– Si, el lobo era muy muy malo... Pero lo que yo os quería decir con todo esto, es que mientras yo no esté aquí, no abráis a nadie la puerta. Porque ya habéis visto lo que le pasó a la abuelita de Caperucita… Si alguien llama a la puerta, no contestéis a nadie… ¿entendido?
– Vale Alfonso, no vamos a abrir a nadie.
– Yo voy a coger unos muebles que hay en casa para ponerlos aquí, en el orfanato, y vuelvo enseguida.

Alfonso se fue inseguro por haber dejado solo a los niños. Minutos más tarde de que el leñador se fuera, alguien llamo a la puerta… Los niños, asustados, se escondieron debajo de la cama de la habitación. No se cansaba de llamar y
llamar y los niños cada vez estaban más asustados.

1 comentario:

  1. Lo único que puedo decirte es que realmente me leo esto desde que empieza hasta que acabo y que me tienes enganchadita...

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