El sol comenzaba a
esconderse, y poco a poco se iba haciendo de noche. Eran las seis en punto de
una tarde fría de otoño. Alfonso se fue por la mañana a su casa a coger unos
muebles para el orfanato. Pero todavía
no se sabía nada de él.
Los niños comenzaron a
preocuparse al ver que Alfonso no llegaba a casa.
Sandra se puso triste,
porque a lo mejor Alfonso había muerto, como sus papás.
Minutos más tarde, alguien
volvió a picar a la puerta. Esta vez de nada sirvió esconderse y no abrir.
Solamente hizo falta una radiografía para abrir la puerta, y entrar dentro del
orfanato.
Era Lorenzo, el guardián. Logró
sobrevivir tras ser agredido por los
niños, al intentar salvarles. Más tarde fue agredido por ‘los hombres de
negro’, por traicionarles, y finalmente
tras ser tirado desde el barranco del bosque.
Lorenzo logró sobrevivir a todo
eso, el guardián no se iba a rendir tan fácilmente, quería que los niños
confiasen en el. Quería hacer amigos, pero por su aspecto, todos pensaban que
era una persona mala.
Gerardo seguía en casa de
Sonia y Roberto en busca de alguna pista. Tal vez un diario, una foto, un
objeto… Sabía que guardaban algo, algo tan importante como para tenerlo
escondido durante muchísimo tiempo.
En el orfanato las cosas no
iban muy bien, los niños se quedaron con la boca abierta al ver allí al
guardián, con la cara llena de moratones. El guardián les dijo:
–
No os vayas corriendo, os lo pido por favor. Yo soy de los buenos.
–
Sí, claro. Y nosotros somos tontos. Mira, tenemos 6 años, pero somos lo
suficientemente listos para saber en quien confiar y en quién no. – Dijo Lucas
–
Me tenéis que creer. Yo os intenté
ayudar para que salierais de ese sitio.
–
Y entonces que hacías trabajando para ellos? – Dijo Carlos
–
Yo no trabajaba para ellos, me obligaban. Yo solo quiero lo mejor para
vosotros.
–
Creo que te equivocas, llegas demasiado tarde. Nosotros ya tenemos a nuestro
salvador, a alguien que nos comprende y que nos ayuda. Es como si fuera nuestro
segundo papá – Dijo Sandra más tarde
–
Es una larga historia, algún día os la contare…, pero por favor dejarme
quedarme aquí con vosotros.
–
Aquí no te puedes quedar, en cualquier momento va a venir Alfonso. – Dijo
Blanca.
–
Mirar, vosotros veis como estoy?
Estoy
lleno de sangre seca y de moratones. Vosotros no sabéis lo que es sufrir, lo
que es que todo el mundo te desprecie, que te traten como un miserable.
Vosotros no sabéis que es ser un esclavo… Os pido que me dejéis aquí con
vosotros porque yo también estoy huyendo de ellos. Ellos vieron, que les
traicioné y que quise salvaros a vosotros y me tiraron por un barranco. Ahora
se piensan que estoy muerto, pero si me descubren… todo se irá a la mierda. Me
mataran.
–
Y eso que más da? No te da vergüenza? A saber a cuantos niños indefensos has
matado ya… pues tan valiente que eras para matar a niños cuando esos chalados
te mandaban. Ahora sal al bosque y planta cara. Como hacen los valientes. O que
pasa? Que ahora te arrepientes de haber matado a cientos de niños? – Dijo
Carlos.
–
Estoy muy arrepentido, pero yo soy bueno. En ningún momento quise hacer daño a
nadie. – Dijo Lorenzo llorando.
–
Bueno está bien, vamos a darte una oportunidad. Pero prométeme que no le vas a
decir a nadie que estamos aquí. – Dijo Sandra.
–
Muchas gracias, os prometo que no diré nada a nadie.
–
Pero… en cualquier momento va a volver Alfonso, así que tienes que irte. Si
quieres puedes venir cuando este él y puedes ser el guardián del orfanato.
–
Vale, muchas gracias chicos. Gracias por vuestra comprensión.
–
Por cierto, cuando llegues y os presentéis Alfonso y tu. No digas nada de lo
que pasó con ‘los hombres de negro’. Y tampoco digas que nos conoces. Porque
todavía no le hemos contado nada de lo que pasó.
–
Eso esta echo. – Dijo el guardián.
Los chicos dieron una
oportunidad al guardián, parecía estar muy arrepentido.
Pero en el fondo, no se
fiaban mucho de él.
Era ya de noche, los niños
estaban tristes por que Alfonso no venia. Y les prometió que vendría enseguida.
Sandra se fue a la habitación y pensó que todo era muy raro, de repente vino el
guardián y desapareció Alfonso. Todos comenzaron a sospechar de Lorenzo, y los
chicos comenzaron a pensar en hacer algo.
Oiiii deseandito que llegue el final por un lado... aunuqe por otro luego se echara de menos leer este vicio!
ResponderEliminar